Y si probamos con
algunas creencias
Gustavo Picolla – GP Hedging Consulting
Sin dudas el
tema de la semana ha sido, y seguirá siendo, el clima.
Impresionante
las lluvias caídas durante el mes de octubre con valores por encima de los
habituales que se suman a las que cayeron durante el mes de agosto complicando
no sólo la situación de los cultivos sembrados sino también los trabajos de
siembra de maíz y soja.
En cuanto a los
cultivos sembrados la expansión de enfermedades producto de la abundante
humedad comenzaron a hacerse presente, así puede apreciarse hojas
amarillas en el maíz y la proliferación
de enfermedades fúngicas en el trigo. Incluso en algunas zonas puntuales hubo
caída de granizo. El desborde de ríos, arroyos y canales trajeron inundaciones
en algunos lotes produciendo la pérdida de los mismos. En su informe semanal la
Bolsa de Cereales de Buenos Aires manifestó que la lentitud en las labores de
cobertura de maíz producto de las lluvias registradas genera un retraso
interanual de 18,3 puntos, mientras que para la soja informó que si bien se ha
comenzado con la siembra, la misma sufre severas y continúas interrupciones.
Los pronósticos no
son demasiado halagüeños ya que se
esperan lluvias para la semana que viene y si bien noviembre se estima será
menos lluvioso no lo será diciembre donde volveremos a tener fuertes lluvias,
según lo manifestado por algunos meteorólogos. Esperemos que noviembre permita
realizar las labores de siembra porque de concretarse los pronósticos del
último mes del año la cosa se pondrá muy complicada.
Una alternativa
es probar con algunas creencias para parar la lluvia, aunque yo le anticipo que
no creo en ninguna de ellas. Les paso algunas:
-
Clavar un cuchillo en la
tierra,
-
Poner una tijera en cruz sobre
el suelo
-
En México dicen que hay que
cruzar un cuchillo entre los dientes del tenedor
Con probar no
perdemos nada!!!!
En tema de
precios durante la semana los cereales mostraron bajas con respecto al viernes
anterior. La demanda tanto de trigo como de maíz norteamericano continua siendo
escasa. La exportaciones semanales de maíz informados por el USDA alcanzó un
magro número de 142.300 toneladas, llevándose negociado el 37% del saldo
exportable estimado por dicha entidad cuando el promedio de los últimos cinco
años es de 42%. El interés de los países importadores por el maíz sudamericano
y el de la zona del Mar Negro se incrementa.
No obstante esta semana se autorizó en Europa una variedad de maíz
transgénico que permitiría importar el cereal desde Brasil. SI bien una primera
lectura de este hecho podría llevar a pensar que las existencias del continente
europeo se están terminando es también cierto que no se elige a EE.UU. como
posible vendedor para reponerlas. En este sentido durante esta semana cifras
oficiales informaron que Brasil ha batido el record de exportaciones en lo que
va del 2012 con 12 millones de toneladas aproximadamente. Si la estimación
anual de 17 millones de toneladas que se exportarían durante el 2012 se cumple,
dicho país se convertiría en el segundo exportador del mundo desplazando a
Argentina.
Con el trigo
sucede algo parecido. Las exportaciones
negociadas hasta el momento representan el 46% del saldo exportable
estimado por el USDA para los EE.UU. cuando el promedio de los últimos cinco
años es del 61%. Los importadores de trigo se están abasteciendo de Europa y la
zona del Mar Negro. Así lo demuestra el 51% de aumento con respecto al año
anterior que muestran los embarques desde el continente Europeo. Egipto,
principal importador del cereal, importó en las últimas seis semanas 540.000
toneladas de trigo francés ya que el mismo cotiza u$s 11,50 por tonelada menos
que el norteamericano. En contraposición a estos datos se estima que la zona
del Mar Negro produciría un mínimo en nueve años y así lo confirma el cierre de
exportaciones que a partir del 15 de noviembre se aplicará en Ucrania. Todo
hace prever que los precios del trigo estadounidense deberían fortalecerse
cuando el saldo exportable de esta región se termine más teniendo en cuenta la
situación de fuerte humedad que sufre Argentina y de sequía en Australia.
La otra cara de
la moneda es la soja. La demanda sigue sostenida sobre el hemisferio norte
llevándose exportado el 73% del saldo exportable estimado versus el 50% de
promedio para los últimos cinco años, siendo China el principal comprador. Si
bien aún es prematuro saber el perjuicio que traerán las lluvias para Argentina
en el mercado internacional este hecho preocupa al igual que la falta de agua
para la zona centro-norte de Brasil. Recordemos la necesidad de una buena
campaña sudamericana ante la escases de existencias finales a nivel mundial.
En nuestro país
durante la semana los exportadores volvieron a participar en el mercado aunque
el nivel de negocios no ha sido muy importante. El nivel de compras de la nueva
campaña de maíz sigue siendo importante. Según lo informado por el Miniagri al
17/10 se llevan compradas 7,135 millones de toneladas que representan
aproximadamente dos veces y medio lo comprado a misma fecha del año anterior.
El ritmo de compras también es importante para el trigo aunque durante las
últimas semanas el nivel de compras ha disminuido. En el mercado disponible se
pagó por el cereal u$s 250 en Bahía y San Lorenzo con entrega en marzo del 2013
habiendo poco interés por la mercadería disponible donde los molinos pagaron
entre $ 900 y $ 1.250. Con respecto al maíz se pagaron u$s 195,- en Bahía y San
Martín aunque durante la semana se llegó a pagar hasta u$s 197,- todo con
entrega el año próximo. Por último la soja tuvo valores máximos de $ 1.910,- en
San Martín y $ 1.750,- en Bahía. EL comportamiento de las cotizaciones en los
mercados de futuros pueden observarse en los cuadros de abajo.
Con respecto a
nuestra perspectiva seguimos sosteniendo que los fondos están muy comprados y
la liquidación de la posición podría deprimir los precios en el corto plazo.
Para los precios de la próxima cosecha sudamericana la clave está en el comportamiento climático con respecto a la
soja principalmente. Los cereales en Chicago creemos que podrán verse
fortalecidos en la medida que las existencias en la zona del Mar Negro y de
Europa se agoten. Este comportamiento replicará en Argentina en tanto y en
cuanto el consumo y la exportación compitan por hacerse de mercadería.